Washington .— El senador republicano por Texas, Ted Cruz, advirtió que los cárteles mexicanos han alcanzado una mayor capacidad operativa con el uso de drones que las propias agencias del orden de Estados Unidos, utilizando estos dispositivos no solo para el contrabando, sino como herramientas ofensivas y tácticas de guerra.
Durante una audiencia en el Comité de Asuntos Judiciales del Senado, Cruz afirmó que los drones han dejado de ser simples herramientas de vigilancia o transporte para convertirse en “un arma” y en “un sistema de entrega del terror”.
“En nuestra frontera sur, los cárteles ahora operan flotas de drones, contrabandeando fentanilo, coordinando cruces ilegales y bloqueando la vigilancia estadounidense. Han formado unidades especializadas, arrojado bombas en suelo mexicano y desplegado bloqueadores de señales”, detalló el legislador.
Cruz señaló que estos dispositivos también son utilizados para espiar, atacar civiles, asesinar líderes criminales rivales, impactar aeronaves y dañar infraestructura. “Los drones son el rostro moderno de la guerra”, dijo, calificándolos como una amenaza directa para la seguridad nacional.
Además, aseguró que estos aparatos ya han sido utilizados para introducir drogas, armas y teléfonos incluso en cárceles federales dentro de EE.UU. “Los drones están superando a nuestras fuerzas del orden en todos los frentes”, advirtió.
En ese contexto, Cruz hizo un llamado urgente al Congreso para legislar de inmediato. “Si el Congreso no actúa ante esta amenaza, las consecuencias no serán teóricas: se medirán en vidas perdidas, drogas distribuidas y ataques horrorosos contra nuestra nación. Si no actuamos, ¿quién lo hará?”, cuestionó.
Durante la misma audiencia, Steven Willoughby, jefe del programa anti-drones del Departamento de Seguridad Nacional, alertó que es “solo cuestión de tiempo antes de que estadounidenses o fuerzas del orden sean blanco de ataques en la frontera”.
Willoughby reveló que tan solo en los últimos seis meses de 2024 se detectaron más de 27 mil drones a menos de 500 metros de la frontera sur, la mayoría operando por encima de los 120 metros de altura permitidos. “Las organizaciones criminales usan drones casi a diario para transportar narcóticos y contrabando, además de vigilar hostilmente a nuestras fuerzas”, agregó.
