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Internacional

La captura de “El Mayo” pone nerviosos a gobernadores y expresidentes

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Estados Unidos.- El arresto de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes más influyentes del Cártel de Sinaloa, ha sacudido tanto a México como a Estados Unidos. Detenido el 25 de julio de 2024 en El Paso, Texas, Zambada, junto a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha generado una serie de interrogantes y especulaciones sobre el impacto de su captura en la política, la seguridad y las dinámicas del narcotráfico en ambos países.

Tras la noticia del arresto de Zambada y Guzmán López se destacó la incertidumbre y la falta de información oficial sobre si la detención fue una entrega voluntaria o una captura por parte de las autoridades estadounidenses. Esta ambigüedad ha llevado a diversas interpretaciones en México y a una solicitud de informe detallado por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien exige transparencia sobre el operativo y la naturaleza del arresto.

El arresto de Zambada, cofundador y líder del Cártel de Sinaloa, es notable por su duración en la clandestinidad. A diferencia de otros líderes del cártel que fueron capturados anteriormente, Zambada nunca había sido encarcelado, a pesar de las múltiples acusaciones y recompensas por su captura. Su detención se produce en un momento crítico, a tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo que añade una capa de complejidad política a la situación.

La captura de Zambada ha provocado una ola de especulación sobre sus implicaciones en el panorama político y criminal. Según Héctor De Mauleón, la diversidad de versiones sobre la captura y la falta de pronunciamiento oficial del gobierno mexicano reflejan la complejidad y el nivel de influencia de Zambada. El periodista  sugiere que la detención podría tener ramificaciones significativas, no solo por la información que Zambada posee sobre ex presidentes y funcionarios actuales, sino también por su impacto en los actores políticos y militares involucrados en el narcotráfico.

Maite Azuela, en contraste, considera que el arresto puede ser interpretado como un “madruguete” al gobierno mexicano, dada la percepción de que Estados Unidos podría haber adelantado la captura para ganar crédito y evitar que México lo hiciera en sus operaciones en Sinaloa. Silber Meza también plantea inquietudes sobre los posibles ajustes y reacomodos en el narcotráfico, y cómo la detención de Zambada podría afectar regiones como Zacatecas y Sonora, donde el cártel tiene una presencia significativa.

El presidente López Obrador ha expresado su preocupación por la posible injerencia de la DEA y ha solicitado un informe detallado sobre la captura, dada su postura crítica hacia la participación de agentes extranjeros en asuntos de seguridad mexicana. La solicitud de transparencia refleja el deseo del gobierno mexicano de entender los detalles del operativo y evitar especulaciones que podrían agravar las tensiones entre ambos países.

La captura de Zambada también ha traído a la superficie rumores sobre posibles conexiones entre el Cártel de Sinaloa y el actual gobierno de México. Algunos informes sugieren que los hijos de López Obrador y otros miembros del gobierno podrían haber tenido algún tipo de contacto con los líderes del cártel. Sin embargo, estas afirmaciones aún están por confirmarse y requieren una investigación más profunda.

Felipe Calderón pudo haber detenido a Ismael “el Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, desde hace casi 20 años, cuando puso en marcha su plan el 11 de diciembre de 2006.

Vicentillo, hijo del Mayo, narró en una ocasión cómo fue enviado por su padre a la residencia oficial de Los Pinos, donde despachaba entonces el Presidente Ernesto Zedillo, para hablar y ser recibido por uno de los jefes del Estado Mayor Presidencial y resolver el tema de propiedades decomisadas a su madre. Su visita fue exitosa. El mismo nivel de componendas tuvo en el sexenio de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y en el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con una persona cercana al detenido, al igual que El Mayo, Joaquín Guzmán Jr. será llevado ante un juez, quedará detenido y será procesado. Seguramente colaborará con el Departamento de Justicia y podría ser beneficiario de un programa de testigos colaboradores. 

La detención de Zambada representa un golpe significativo para el Cártel de Sinaloa, pero también plantea preguntas sobre el futuro del cártel. La falta de una designación oficial de sucesor por parte de Zambada antes de su captura podría llevar a una lucha interna por el poder. Su hijo, Ismael Zambada Sicairos, conocido como “Mayito Flaco”, es considerado por muchos como el sucesor natural, pero la ausencia de Zambada podría provocar un vacío de poder que los rivales del cártel intentarán explotar.

En el contexto de una posible guerra interna y el aumento de la violencia, la captura de Zambada también podría desencadenar una serie de ajustes y conflictos entre facciones del cártel y otros grupos criminales. Esto podría llevar a una escalada de violencia en regiones clave y a una reconfiguración del poder dentro del narcotráfico mexicano.

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