Tamazula, Durango.- El pasado 8 de julio, efectivos del Ejército Mexicano y personal de la Guardia Nacional llevaron a cabo un operativo conjunto que resultó en la captura de Luis “N”, alias “El R-8”, en la localidad de El Durazno, municipio de Tamazula, Durango.
El R-8, identificado como jefe de seguridad y coordinador de adquisición de armamento para Aureliano Guzmán Loera, alias “El Guano”, hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán, es señalado como un importante generador de violencia en la región conocida como el Triángulo Dorado, que abarca partes de Chihuahua, Durango y Sinaloa.
La captura se llevó a cabo durante patrullajes de rutina en las inmediaciones del poblado El Durazno, donde también fueron detenidas otras tres personas. Las autoridades aseguraron armas de uso exclusivo del Ejército. Luis “N” es reconocido por su cercanía a El Guano, liderando la facción “Gente del Guano” del Cártel de Sinaloa, una de las principales responsables de la violencia en la región.
El hermano mayor de El Chapo, ha sido un objetivo prioritario de las autoridades mexicanas y estadounidenses. Controla rutas de tráfico de drogas desde Sinaloa hacia Estados Unidos y es conocido por su capacidad para evadir la captura, utilizando su conocimiento del terreno montañoso y una red de informantes locales. La zona del Triángulo Dorado es de difícil acceso y ha sido históricamente un refugio para capos del narcotráfico.
Este operativo no es el primero en intentar capturar a El Guano. En febrero de 2023, un despliegue similar en la misma región no logró su captura, aunque resultó en la detención de varios de sus colaboradores.
Tras su captura se intentó organizar a la población local y sus sicarios para bloquear caminos y obstaculizar el traslado de los detenidos. A pesar de estos esfuerzos, los detenidos fueron trasladados a la Base Aérea Militar número 10 y posteriormente a la Ciudad de México en helicópteros de la Marina y aviones de la Fuerza Aérea.
Durante el operativo, se produjeron enfrentamientos entre civiles armados y fuerzas de seguridad en las comunidades de San José del Llano, Badiraguato y El Durazno. Según informes no oficiales, al menos cuatro personas murieron y varias resultaron heridas. Estos enfrentamientos subrayan la volatilidad de la región y los riesgos asociados con los operativos en zonas controladas por el crimen organizado.
La captura de El R-8 representa un golpe significativo para la facción de Gente del Guano dentro del Cártel de Sinaloa. Además de su rol como jefe de seguridad, Luis era responsable de la adquisición de armamento y equipo táctico, funciones críticas para la operatividad del grupo. La eliminación de un elemento clave de la infraestructura de seguridad de El Guano podría desestabilizar temporalmente la organización y facilitar futuros operativos en la región.
