Internacional.- La compañía farmacéutica AstraZeneca ha admitido públicamente, por primera vez en un documento legal, que su vacuna contra el COVID-19 puede conllevar un efecto secundario extremadamente raro pero potencialmente grave: el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS). Este reconocimiento surge como respuesta a una demanda colectiva presentada por varias familias que alegan haber sufrido lesiones graves o fallecimientos debido a esta vacuna “defectuosa”.
Aunque el posible riesgo de TTS ya se había reconocido anteriormente, es la primera vez que la empresa lo admite formalmente ante un tribunal. La controversia ha ganado notoriedad en Gran Bretaña, donde se han reportado 51 casos de personas que sufrieron lesiones cerebrales permanentes después de recibir la vacuna de AstraZeneca. Las víctimas y sus familiares están buscando una indemnización que supera los 125 millones de dólares.
El síndrome de trombosis con trombocitopenia es una afección poco común en la cual una persona experimenta la formación de coágulos sanguíneos junto con un recuento bajo de plaquetas, lo cual puede tener consecuencias graves y potencialmente mortales. Aunque este efecto adverso se ha reconocido como una posibilidad desde hace dos años, es la primera vez que AstraZeneca lo acepta ante un tribunal.
La revelación de la compañía farmacéutica podría allanar el camino para un acuerdo de compensación significativo para los demandantes, como en el caso de Jamie Scott, quien quedó con una lesión cerebral permanente después de recibir la vacuna.
En total, se han presentado 51 casos en Gran Bretaña, lo que subraya la gravedad del problema y la urgencia de abordarlo.
Es importante destacar que el gobierno británico ha prometido cubrir los costos legales de AstraZeneca en este caso, lo que significa que, en caso de perder, serán las autoridades quienes paguen a los afectados utilizando fondos públicos. Este acuerdo de indemnización entre AstraZeneca y el gobierno se estableció durante la pandemia de COVID-19 para garantizar que los afectados reciban la compensación adecuada.
La controversia en torno a la vacuna de AstraZeneca también ha generado debate en la comunidad médica y científica. Estudios y análisis han identificado una posible asociación entre la vacuna y el síndrome de trombosis con trombocitopenia, lo que ha llevado a un mayor escrutinio y preocupación sobre su seguridad.
En resumen, el reconocimiento legal de AstraZeneca sobre el riesgo de trombosis asociado a su vacuna COVID-19 subraya la importancia de seguir monitoreando y evaluando cuidadosamente la seguridad de las vacunas, así como de garantizar una compensación justa para aquellos que puedan verse afectados por posibles efectos secundarios graves.
