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Baja California

La danza de los acuerdos: política y propaganda

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Tijuana, Baja California.- En un escenario donde la política se entrelaza con la comedia, los partidos mexicanos se ven atrapados en una danza de multas y responsabilidades. La prohibición de colocar propaganda electoral se convierte en un juego de escondite, donde todos participan pero nadie quiere cargar con la culpa.

Los protagonistas de esta tragicomedia son Juan Carlos Talamantes Valenzuela, representante del PAN, y Jorge Alberto Alonso Gameros, Secretario de Finanzas de MORENA. Ambos coincidían e hicieron la consulta pertinente, acordaron eliminar las restricciones, pero las luchas internas de poder dentro de MORENA dejaron el tema en el olvido.

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Ahora, como un castigo divino, los candidatos y partidos enfrentan multas exorbitantes por cada anuncio publicitario. Desde los modestos $5,428 hasta los impactantes $542,850 pesos, el dinero va a fluir como un río turbulento. ¿Quién pagará la cuenta? ¿Partidos o candidatos? ¿Quién realmente es el responsable? Nadie quiere dar el primer paso.

Catalino Zavala, líder estatal de MORENA, se indigna y cita leyes como un mago que invoca hechizos, de tanta bilis que está derramando. Pero, ¿no es su deber dar seguimiento a los asuntos de importancia de su partido? ¿Por qué ahora se rasga las vestiduras? Los consejeros del IEEBC no se confundirán; están acostumbrados a este juego de tronos.

La historia se repite. El PAN creó la figura del síndico social, solo para borrarla en el siguiente acto. MORENA, sin más ni menos, destruyó la escalera para que la oposición no regresara a las cúpulas del poder. Ahora, heridos y desesperados, se revuelcan en el suelo, patalean y hacen berrinche. ¿Será coraje por la falta responsabilidad, será por las multas o realmente afecta a sus candidatos? Nadie lo sabe con certeza.

Así, en el escenario político, la danza continúa. Los actores se enredan en sus propias trampas, mientras el público observa con una mezcla de desanimo y desesperación, por no contar con una representación digna. ¿Quién ganará este juego de culpas y multas? Solo el tiempo lo dirá.

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